26.5.13

And she will be loved, chapter 51.



-Angie-
Llego al baño, y me desnudo. Saco del neceser el conjunto de lencería rojo que Justin me "obligó" a coger cuando estuvimos en casa. Sonriendo con malicia, me lo pongo y deshago el recogido que llevaba en el pelo, dejando que mi melena caiga, desordenada por un hombro. Cuando me miro al espejo, respiro hondo intentando tranquilizarme. Lo que me sorprende, es que en realidad no lo necesito, estoy tan tranquila que me parece incluso extraño. Abro la puerta, y entro en la habitación. Él gira la cabeza nada más oír la puerta, y abre la boca de par en par. Él mismo se ha deshecho ya de toda su ropa, excepto de la interior.
-Dios... mío.- dice, con los ojos como platos. Yo suelto una carcajada, y me sitúo en frente de la cama, de pie a sus pies. Como veo que no reacciona y sigue comiéndome con los ojos, carraspeo.
-¿A qué esperas?
Él me mira a los ojos, se incorpora, y se pone de rodillas en la cama justo en frente de mi, quedando a mi altura. Mi respiración se acelera cuando deja reposar una de sus manos frías en mi cintura.
-Podría estar mirándote horas. Días... meses.- suspira, cerca de mi.- Eres preciosa.-
Bajo la vista, pero él se apresura en cogerme de la barbilla, haciendo que le mire. Cuando dejo caer mis ojos en los suyos, veo que me mira con una ternura profunda.
-Eres preciosa, Angie.- repite él.- No entiendo por qué te cuesta tanto admitirlo.
-Porque las mentiras no se admiten.- susurro yo.
-Te demostraré lo preciosa que eres.- dice, depositando un beso suave en mis labios. Luego, se levanta, y me coge en brazos, rodeando la cama, y dejándome en ella con delicadeza, como si fuera a romperme. Empieza besándome la cara, los labios, los párpados, la mandíbula, la nariz, los lóbulos de las orejas. Pasa a mi cuello, a mis clavículas. Recorre el contorno del sujetador con los labios, y pasa a mi estómago, al ombligo. Va dejándome la piel de gallina por cada sitio que pasa. Me besa las piernas, y llega a los pies, dejando un beso en cada dedo, y haciéndome reír. Luego, se incorpora, y vuelve a la altura de mis labios.
-¿Sabes cuanto tiempo llevo esperando para besarte aquí?- pregunta, besándome con algo de fuerza.- ¿Cuanto tiempo llevo esperando para besar cada milímetro de tus labios?-
No contesto, pero sonrío. Le miro, y él me sonríe transmitiéndome seguridad.
-¿Sabes cuánto tiempo llevo esperando para sentir tu piel sobre la mía?- pregunta, y se deja caer con suavidad sobre mi. El tacto de su piel con la mía hace que me estremezca, a pesar de que ambos estamos ardiendo.
-¿Sabes cuánto tiempo llevo deseando que tus piernas se enreden con las mías?- pregunta, acariciándome las piernas. Suelto un suspiro, encantada con el juego. Vuelve otra vez a mi altura, y se acerca a mi oído, para susurrarme:
-Angie, ¿sabes cuánto tiempo llevo esperando para hacerte el amor?-
Esa es la gota que colma el vaso, desde luego. Me hace perderme en él, en nosotros. En sus caricias, en sus "te quiero" entre suspiros. En su sonrisa que parece deslumbrarme. En sus ojos, concentrados en mi y en cada movimiento que hago.
Y allí estamos, ambos sin ningún tipo de tejido, o distancia entre ambos. Me mira, comprobando que estoy bien. Yo estoy en el séptimo cielo, agarrada a él para no salir volando.
-Avísame... si te duele ¿vale, cielo?- me dice, y me besa antes de entrar con suavidad. Yo jadeo, y en pocos segundos el poco dolor que sentía, se convierte en placer.
Todo es muy rápido y muy lento a la vez. Muy suave, pero muy fuerte también. Pero es muy dulce, cuidadoso y en todo momento parece preocuparse por como estoy.
No se si son minutos, o horas, pero llega un momento en el que ninguno de los dos puede más, y mis gemidos se han más fuertes y claros. Clavo mis uñas en su espalda, y a la vez, llegamos a la cima de todo, intentando controlarnos. Pero no podemos.
Él me mira, jadeante y con una sonrisa. Esa sonrisa de la que me enamoré hace tanto tiempo.
-Te... qu... te amo, Angie.- susurra, retirándose y cayendo a mi lado. Yo intento controlar mi respiración, y luego, contesto:
-Yo también, Justin. Yo también.
Nos tapamos con una sábana, y me quedo profundamente dormida, en sus brazos.

Londres, a la mañana siguiente.
-Justin-
Me despierto el primero, como de costumbre. Antes de abrir los ojos, saboreo los recuerdos de la noche de ayer, uno a uno. Dentro de mi, empieza a crecer una felicidad que me hace pensar que voy a salir volando.
La estrecho entre mis brazos, emborrachándome con su inconfundible olor a frutas exóticas. Suelto un suspiro y sonrío, decidido a guardarme el momento en la cabeza. Ella se mueve, y se gira para quedar de cara a mi. Abro los ojos, y descubro que ella los está abriendo también.
-Buenos días, amor.- susurra ella, besándome la nariz. Yo sonrío.
-Buenos días, preciosa.- susurro.- ¿Has dormido bien?
-Perfectamente, supongo que del "ejercicio" de ayer.- dice, con una sonrisa sarcástica. Yo me río con fuerza, y le hago cosquillas en los costados, hasta que me suplica que pare.- Solo tengo un problema.
-¿Cuál?- pregunto, preocupado.
-Me muero de hambre.- dice, sonrojándose. Yo sonrío, y le acaricio las mejillas. Me encanta cuando se sonroja sin razón.
-Dicen que el sexo da hambre.- río yo, y me incorporo. Ella me pega en la espalda, pero suelta un gritito.- ¿Qué pasa?
-¡Joder! ¿Yo te he hecho eso?- pregunta, señalando mis hombros. Yo cojo mis calzoncillos del suelo, y me los pongo. Luego, me dirijo al espejo y veo unas marcas rojas en mis hombros. No puedo evitar sonreír.
-Ayer me arañaste.- señalo con tranquilidad.
-¿Te hice daño?- pregunta, incorporándose y tapándose con la sábana. Parece preocupada. En realidad, debería preocuparme yo de ese detalle.
-Por supuesto que no, nena.- digo, sentándome de nuevo en la cama, y acariciándole el mentón.- ¿Y yo a ti?
Ella niega con la cabeza, y yo le beso con suavidad. Cojo el teléfono de la mesilla, y pido el desayuno al servicio de habitaciones.
Nos quedamos enredados en la cama, hasta que llaman al servicio de habitaciones y ella se levanta de un salto a abrir. Antes de que pueda, la detengo cuando tiene la mano en el pomo de la puerta.
-¿Qué?- pregunta, sorprendida.
-No me gustaría que otro hombre te viera así.- susurro, señalándola. El del servicio de habitaciones llama de nuevo.- ¡Un momento!
-¿Así como?- pregunta.- ¿Llevo mal el pelo?
Va a dirigirse al espejo, pero la cojo de la muñeca y señalo, riendo.
-Estás desnuda, cielo.
Ella suelta un gritito agudo, y sale corriendo hacia el baño con una camiseta mía en la mano, y su ropa interior en la otra. Me río con ganas, y me pongo un albornoz para recibir al servicio de habitaciones. Sirvo el desayuno en la cama, y cuando oye la puerta cerrarse, sale del baño, con mi camiseta puesta. Debajo de ella, se dejan ver unas bragas amarillas... ¿con Bob Esponja estampado?
-Voy a ponerme celoso de Bob Esponja.- bufo, mientras ella se pone a mi lado y coge una taza de café. Me pega en el hombro y yo me río con ganas.
Después de desayunar, y de pasar la mañana y el mediodía haciendo el vago, pedimos también la comida a la habitación, y hacia las cuatro salimos a Heathrow, de dónde sale nuestro avión a Los Ángeles, dónde todo empezó.

-Narrador.-
-¡Liam!- exclama Kris, desde la habitación. Él sube las escaleras de dos en dos desde el salón, y llega a dónde está ella.
-¿Qué pasa, cariño?- pregunta, entrando. Se encuentra a su chica delante del espejo, vestida con: http://www.polyvore.com/dont_look_back/set?id=82969133, estirándose la camiseta un poco.
-¿Así estoy bien para ir hoy a dónde sea que vayamos?- pregunta. Él se acerca, abrazándola por detrás, y depositando un beso en su mejilla.
-Estás perfecta. Y ahora vamos, o no llegaremos para la hora de comer.-
Tirando de ella, salen de casa, despidiéndose de los padres de él. En Wolverhampton hace un día precioso, con sol y algo de calor. Se montan en el coche de él, y arrancan saliendo de la ciudad. No tardan en llegar a unos campos llenos de árboles en flor más de cinco minutos. Liam aparca, y ambos salen del coche, cogiéndose de la mano.
Él la conduce hasta debajo de un árbol enorme, dónde extiende su chaqueta y se sienta. Ella se sienta a su lado.
-¿Sabes por qué te he traído aquí?- pregunta él, mirando al horizonte.
-No, no lo sé.- dice ella. Está algo asustado, ve a su chico muy serio.
-Aquí venía de pequeño, y de adolescente cuando necesitaba pensar, en cosas importantes. Cuando me echaron de Factor X la primera vez, incluso dormí aquí una noche. El otro día vine, cuando me fui de casa supuestamente a comprar.- explica él.
-¿Y en qué... pensaste?
-En ti, Kris.
-¿En mi?- pregunta ella, mirándolo.
-Sí. En lo importante que eres para mi, lo mucho que te quiero. Lo muy enamorado que estoy de ti. Sé que es muy pronto, que ni siquiera llevamos un año juntos, pero necesito pedirte eso.- dice él, mirando al suelo algo avergonzado. Luego, levanta la vista y ve que Kris lo mira con interés, y algo de miedo.- ¿Querrás...casarte conmigo... algún día?-
El mundo se detiene para Kris. Lo mira, totalmente anonadada. ¿Su chico, su Liam, el hombre de sus sueños... le acaba de pedir un adelanto al matrimonio, o algo así? Se lanza encima de él, y ambos acaban tumbados a los pies del árbol.
-¡Me has dado un susto tremendo, imbécil!- chilla ella.- ¡Creía que era algo malo!-
Liam ríe, ante la reacción de su novia. Luego le da un beso en los labios, y al acabar la mira con intensidad.
-¿Cuál va a ser su respuesta?
-En un años, Liam, cuando acabe la carrera... Me casaré contigo.- susurra ella.
Su promesa sigue en pie, sellándose a base de besos: siempre.

Muchísimas gracias por leer esta novela, de verdad <3 Espero que el capítulo os haya gustado jijijiji. Os quiero mucho ¿sí? xxx.

23.5.13

And she will be loved, chapter 50.


Dios mío, cincuenta capítulos ya... Y ya he llegado a las tres mil visitas. Muchísimas gracias a todas las personas que me leen, de verdad. 'And she will be loved' nunca habría llegado a cincuenta capítulos si no fuera por aquellos que me leen.  Ahora sería un documento de word abandonado, y no tendría más de dos capítulos. Quiero darle las gracias en especial a mi Kris, Jones, Lali, Laura, Jenn, Marshall... como sea, en cualquier caso es ella. Si no fuera por ella, ni siquiera me habría animado a escribir. Te quiero un pocito, shawty.

-Justin-
25 de Abril, Estocolmo.
Me despierto por la alarma del móvil, que suena sin parar. Me las ingenio para hacer que se calle, y luego estrecho a Angie entre mis brazos. Le doy un beso en la nuca, y otro en la mejilla. Me levanto, me visto, y llamo al servicio de habitaciones para pedir dos desayunos continentales. Angie sigue durmiendo, murmurando en sueños, y ha ocupado toda la cama de matrimonio. El desayuno no tarda más de quince minutos en llegar, y entonces, despierto a Angie.
-Cielo, despierta.- digo, sacudiéndola ligeramente. Ella gruñe, y yo empiezo a llenarle la cara de besos. Sus gruñidos acaban convirtiéndose en risas, hasta que abre los ojos, y me dirige una sonrisa digna de una sirena.- Buenos días, dormilona.
-Buenos días.- dice, estirándose en la cama como un gato.- ¿Qué hora es?
-Pronto, las ocho y media.
-Espero que tengas una buena razón, Bieber.- dice, con una risa malévola.
-La hay, ahora desayunemos.
Coloco la bandeja en vertical entre los dos en la cama, y empezamos a desayunar. Ella mordisquea distraídamente un croissant (o cruasán, aquí cada cual lo escribe como quiere JAJAJAJAJ) con las puntas de chocolate. Cuando me acabo el café, la miro.
-Estás muy habladora hoy.- comento. Ella deja escapar una carcajada.
-Es por el horario.-Acto seguido, coge la bandeja, y la deja en el suelo. Se sube encima de mi, sentándose en mi regazo mientras yo me quedo tumbado.- ¿A qué viene lo de despertarme tan pronto? Va, cuéntamelo.
-Nuestro vuelo a Londres sale en una hora y media más o menos.-digo. Ella me mira, horrorizada.
-¿A... a Londres?
-Sí, pasaremos una noche allí. Hoy comeremos en 'Sticky Fingers', el restaurante del guitarrista de los Rolling Stones, recogeremos un poco de ropa de tu casa, nos relajaremos en el hotel y cenaremos con Niall, Liam y Kris en un restaurante que se llama 'Hakkasan'. Te va a encantar, es algo oscuro, pero lo alumbran con linternas de papel. Mañana por la tarde, saldrá nuestro vuelo a Los Ángeles, para ver a tu madre y a Hayley. Y luego... tenía pensado pasar una semana en Stratford, y llevarte de viaje a algún sitio.-
-¿Cómo voy a agradecerte todo eso, Justin?- pregunta ella, emocionada. Su expresión de pánico se ha suavizado enormemente.
-De ninguna manera, cariño.- susurro, acariciándole una mejilla.
-Tengo... tengo que agradecértelo. De cualquier manera.- suplica ella.
-Está bien, tengo una.
-¿Cuál?
Me incorporo, de manera que quedo a su altura, y susurro en su oído:
-Quédate conmigo para siempre.
-¿Para siempre?- pregunta ella, para asegurarse. Yo asiento.- Está bien, me parece justo.-
Tras un beso lento, que saboreo como si fuera el último, nos levantamos, nos vestimos, y pedimos un taxi rumbo al aeropuerto. Nada más despegar, ella vuelve a quedarse dormida en mis brazos. Y yo, por supuesto, no me quejo. Por fin todo va como tendría que haber ido desde un principio.

Londres, casi dos horas más tarde.
-Angie-
Me despierto porque alguien me está besando. Sé perfectamente que es Justin, así que ni siquiera me molesto en abrir los ojos antes de seguirle el beso. Seguimos besándonos unos segundos, hasta que suelto una risita y abro los ojos. Allí está él.
-No me importaría despertarme así todos los días.
-Solo tienes que pedírmelo, Angie.- dice él, besándome la comisura de los labios.- Acabamos de aterrizar en Heathrow.-
Me estiro, y cojo mi bolso, que reposa a mis pies. Salimos del jet, y cogemos nuestras maletas. Nos montamos en un taxi, y media hora después, llegamos al centro de Londres. El taxista no tarda más de diez minutos en dar con mi calle, y dejarnos justo en frente de mi casa. Mientras Justin paga, yo subo los escalones, y me quedo mirando la puerta, como si dentro estuvieran todos los demonios. En realidad, los míos sí.
La casa está desierta, pero me trae recuerdos que son demasiado para mí. Subo corriendo a mi habitación, y cojo algo de ropa del vestidor, rellenando otra maleta.
-¿Qué es esto?- pregunta Justin, a mis espaldas. Me giro, y al segundo me doy cuenta que está mirando el mueble de la ropa interior. Tiene entre las manos un conjunto de lencería rojo, con demasiadas transparencias, y que tapa estrictamente lo mínimo.
-Pues... ¿ropa interior?- contesto, riendo. Luego, pongo la maleta encima de una banqueta, y cuando voy a cerrarla, él me detiene.- ¿Qué pasa?
-Quiero que te lleves esto.- dice, señalando el conjunto. Yo pongo los ojos en blanco.
-Justin, no voy a ponerme eso.- digo, conteniendo la risa.
-¿No lo harás por mi?- dice, poniéndome ojitos.
-No.
-¿Y si hago esto?- dice, y antes de que pueda protestar, se lanza a por mi cuello, en el punto justo en el que hace que me estremezca. Me muerdo el labio, en un esfuerzo por no soltar ningún sonido de ningún tipo. No voy a darle lo que está buscando.- Oh nena, no seas así. Me apetece mucho, mucho, muchísimo verte con esto...-
Yo y mi debilidad por Justin cuando me llama 'nena'. Pongo los ojos en blanco otra vez, y suspiro, resignada.
-Está bien, tráelo. Me lo llevo.- río, y lo meto en la maleta. Él aplaude, y hace bailecitos raros por todo el vestidor.- Anda, vámonos. Quiero salir de aquí.
Y así lo hacemos, salimos de la casa y vamos al hotel, el London Hilton, dónde dejamos las maletas en consigna porque nuestra suite no está preparada. Cogemos otro taxi hasta la calle dónde está 'Sticky Fingers', y nos sentamos en una mesa bastante apartada, además de que ponen algunos biombos para darnos más privacidad.
-Me hace muchísima ilusión lo de esta noche, la cena.- digo, tras haber pedido lo que queremos comer. Él sonríe.- ¿Cómo se te ocurrió?
-Fue idea de Niall, quien por cierto me ha mandado un mensaje diciendo que va a ir con alguien, así que seremos seis.
-¿Con... alguien?- digo, sorprendida.
-Con una chica. Creo que se llama Aria, es la hija de unos amigos de sus padres según lo que tengo entendido.- resuelve Justin, y yo sigo sorprendida.
-¿Niall... tiene novia?
-Tanto como novia... se conocen desde hace tres días, creo.
-Yo quiero que estén juntos.- suspiro.- Niall se merece tanto ser feliz.
Justin alarga un brazo, y me pone un mechón de pelo tras la oreja. Desliza su mano por mi mandíbula hasta la barbilla, que acaricia.
-Tú también mereces ser feliz, cariño.- murmura, mirándome directamente a los ojos.
-Yo soy feliz, Justin.- aseguro.- Contigo.
Él esboza una sonrisa, y se levanta para besarme. Lo que empieza con un beso suave, condenado a acabar pronto, empieza a acelerarse. Me besa el labio inferior, desesperado. Yo abro ligeramente la boca, y él profundiza con ganas el beso.
-Perdonad... vuestras hamburguesas.- dice un camarero, que ha aparecido tras un biombo. Justin y yo nos separamos, algo avergonzados, y él nos sirve las hamburguesas y las bebidas.- Lamento mucho la interrupción...
-No pasa nada.- sonrío yo, y él me devuelve la sonrisa. Desaparece tras el biombo, y yo empiezo a devorar mi hamburguesa. Al acabar de comer, cogemos un taxi y volvemos al hotel. Es un rascacielos enorme, y nuestr suite está en una de las últimas plantas. Es incluso demasiado grande. Nuestras maletas están ya en la habitación.
Lo primero que hago es tirarme encima de la cama, y soltar un suspiro. Es extremadamente cómoda. Él se tumba a mi lado, y tras llenarme las mejillas de besos, me susurra:
-Esta habitación tiene jacuzzi, ¿sabes?
-Oh, ¿en serio?- le digo, sonriéndole con burla.
-¿Le apetecería a la señorita darse un baño en el jacuzzi conmigo?- dice, levantándose y tendiéndome la mano. ¿Cómo voy a resistirme?
Le agarro la mano y él me hace incorporarme. Me pone la espalda contra su pecho, abrazándome por detrás, y empezamos a andar como podemos hasta el jacuzzi, entre risas y besos cortos. Él llena el jacuzzi, y sigue besándome una y otra vez, sin parar.
Cuando quiero darme cuenta, los dos estamos en ropa interior. Nos deshacemos de ella, y entramos al jacuzzi, que está a la temperatura perfecta. Nos relajamos más de media hora en el jacuzzi, sin salpicarnos y sin reír. Simplemente uno cerca del otro, cerrando los ojos y alejando los malos pensamientos. Más tarde, nos hacemos masajes uno al otro en una especie de camilla de masajes que hay en el enorme baño. La tarde se pasa volando, hasta que llega la hora de arreglarse para la cena. Me pongo http://www.polyvore.com/under_lights_tonight_you_turned/set?id=77038365 y me hago un recogido en el pelo. Cuando estoy acabando de maquillarme, Justin entra en el baño. Va con una americana, una camiseta con un dibujo que no distingo, unos pitillos y una de sus numerosas Supras.
-Estás preciosa.- me susurra y hace que se me vaya la mano, y me pinte la raya mal en el ojo. Me la retoco, y le miro.
-Ya, claro. Preciosa está cualquiera si se maquilla y se peina.-
Él chasquea la lengua, y me coge las manos, entrelazando nuestras manos.
-Tú estás preciosa de cualquier manera, Angie. Con ropa, sin ella. Cuando lloras, cuando sonríes. Cuando te arreglas, o cuando simplemente llevas un moño desordenado y tu sudadera de Obey. En pijama y con cara de sueño, o después de una noche de fiesta, cuando te quejas de que te duelen los pies. Nunca sabrás lo preciosa que eres para mi.- me dice, y yo le acaricio la mejilla cuando acaba. Sabe exactamente qué decirme para hacerme sentir especial.- Deberíamos salir ya, cielo. Si no, llegaremos tarde a cenar.
-¿Me dejas hacer algo antes de irnos?
-Claro, ¿qué?
Sonrío con malicia, y me subo a la pequeña encimera (o como se diga) dónde está en lavabo. Luego, le cojo a él de la americana, y tiro de él hacia mi. Enrollo mis piernas en él, y le miro a los ojos antes de besarle.
-Te. quiero.- susurro, sílaba por sílaba, y con lentitud. Le beso con todas las ganas que puedo. Él sigue el beso, poniendo con cuidado sus manos en mi pelo, y cuando más entregada estoy, me levanta a peso y sale del baño. Río en sus labios, y él coge mi bolso y el abrigo de encima de la cama. Aún cogiéndome, salimos de la habitación. Entramos al ascensor, y él apoya mi espalda en la pared del ascensor. Mira hacia arriba, ya que sigo con las piernas enrolladas en su cadera, y me besa. El ascensor para en la planta 10, y entran una pareja de personas mayores. Nos miran horrorizados, y algo escandalizados. Justin me suelta, conteniendo la risa, y yo me bajo de él.
-Hay que ver esta juventud...- resopla la mujer. Justin va a soltarle algo, pero yo le agarro de la mano y tiro de él hacia mi.
-Tranquilo.- le susurro, para que solo me oiga él. Salimos del ascensor, atravesamos el lujoso hall y llegamos a la calle, dónde nos espera una limusina.
Justin se adelanta, y me abre la puerta, invitándome a pasar delante. Me encanta cuando es así de caballeroso y detallista conmigo. Él ocupa su sitio a mi lado, y la limusina comienza a moverse. En la radio empieza a sonar Drunk de Ed Sheeran. Sonrío sin quererlo, acordándome de la noche de Año Nuevo, pero mi sonrisa se borra cuando me acuerdo de Harry. ¿Cuándo dejará de afectarme en las cosas menos relacionadas con él?
-I wanna be drunk when I get up, on the right side of the wrong bed.-canto yo, distraídamente, y mirando Londres de noche por la ventanilla.
-¿De verdad piensas que voy a dejarte hacer eso?- pregunta él, susurrándome cerca del oído. Yo me estremezco, su voz suena demasiado bien para ser real.
-¿Hacer qué?- pregunto, mirándole. Sus ojos caramelo están más oscuros de lo normal, no sé si porque no hay luz, o por algún otro motivo. Él se humedece los labios, mirándome.
-Dejar que despiertes en la cama equivocada.- dice él, con relación a la canción. Yo sonrío, y decido hacerle rabiar.
-¿Y quién dice que tu cama es la correcta, Bieber?
Él me mira, con una sonrisa pícara dibujada en los labios.
-Vas a arrepentirte por decir eso, Farrell.- sisea él, y se lanza directo a mi cuello. Me muerde, intentando no dejarme marcas. En ese momento, a mi me da igual, quiero esas marcas en mi cuello. Sus marcas.- Eres mía, ¿entendido? Mía.-
Yo suelto una risita ahogada, ya que sus besos en el cuello me hacen respirar entrecortadamente.
-Qué posesivo eres.- digo yo, de nuevo haciéndole rabiar. Él levanta la cabeza, lanzándome una mirada envenenada. Yo río y le acaricio la mejilla.- ¿Tenías alguna duda de que soy tuya?
-Demuéstramelo.- susurra él.
-No creo que este sea el sitio.- digo pasando una mano por su nuca.- Esta noche, en el hotel.
-Me parece justo.- dice, y me besa una mejilla.
-Señores, hemos llegado al Hakkasan.- anuncia el chófer. Justin le da las gracias, y salimos de la limusina. En el mismo momento en el que uno de mis pies toca el suelo, alguien me llama, gritando mi nombre.
-¡ANGIE!
Me giro hacia del lugar de dónde procede la voz. Me llevo una mano a la boca, e intento no emocionarme. Mi pequeño duende irlandés, Niall, viene corriendo hacia mi. Intento correr hacia él, pero con los tacones es una tarea bastante difícil. Él llega, y me abraza levantándome del suelo. Río con ganas mientras él me achucha. Cuando nos separamos, le revuelvo el pelo.
-Te echaba de menos, rubito.
-Yo a ti también, tonta.- dice él, con su sonrisa perfecta. Ya no lleva aparato.
Cuando me giro hacia Justin, veo que él ya está acompañado por Kris, Liam, y una chica que no me suena, castaña con brillos rojizos y unos ojos preciosos.
Kris me sonríe con timidez, y se acerca a mi. Antes de que pueda decir nada, la abrazo con fuerza. Ninguna de las dos puede evitar emocionarse un poco.
-Lo siento mucho, Angie. Siento todo.- susurra ella. Yo la abrazo una vez más.
-Yo también lo siento, Kris. Fui una estúpida.
-Te he... traído algo.- dice, sacando un pañuelo de su bolso. Me quita el rímel corrido, y yo a ella el suyo. Observo a mi amiga, sonriente. Lleva un vesitdo negro ceñido, un moño y unos tacones. Está perfecta. De su bolso, saca una cajita.  De ella salen dos pulseras de plata con una plaquita en la que pone KA. Sonrío, mientras ella me pone la mía, y yo la suya. Después de abrazarnos otra vez, me dirijo hacia donde están Liam, Justin, Niall y la chica.
-¿Para mi no hay nada, o qué?- ríe Liam.
-Claro que hay, Leeyum.- río, abriendo los brazos.- Ven aquí, anda.
Me da un abrazo, y luego, al separarse, se asegura de que no hay nadie cerca.
-Siento mucho lo de Harry, Angie.
-No pasa nada, está olvidado.- digo, atascándome un poco cuando digo 'olvidado' ¿Por qué parece que está olvidado cuando en realidad, no lo está?
-Angie, él no te ha olvidado. Te echa mucho de menos.- susurra.
-Liam, déjalo, por favor.- suplico, cerrando los ojos y poniéndome una mano en la sien. Intento ahuyentar el recuerdo de Harry, pero no quiere irse de mi cabeza.
-No debería habértelo dicho... lo siento mucho, Angie. No quiero presionarte, además lo has debido pasar fatal... oh Dios, me siento una mala persona.- dice, en un punto medio entre hacer un monólogo y disculparse.
-No pasa nada, Lee. Vamos con todos.
Le sonrío, y volvemos con los demás. Niall tira de mi, y me pone delante de su chica. O su amiga, o lo que sea.
-Angie, esta es Aria.- dice, sonriente.- Una... una... amiga.-
Sonrío ante la duda de mi mejor amigo, y luego intercambio dos besos con Aria.
-Encantada, Aria
-Igualmente, Angie.- dice ella, con una sonrisa amable.
Entramos al restaurante después de la presentación. Ellos van delante, y nosotras tres detrás.
-¿Y qué tal te va con Biebs?- pregunta Kris.
-¿Biebs? ¿Ahora resulta que os lleváis bien?- pregunto, sorprendida.
-Bueno, sí. He hablado con él, y me he disculpado por mi actitud. Me ha dicho que entendía que lo hice por protegerte.- dice ella, sonriente.
-A mi me parece un buen chico.- señala Aria.
-Lo es.- afirmo.
-A ratos.- ríe Kris.
-¡KRIS!- le regaño, riendo. Aria ríe conmigo.
-Bueno ¿y qué tal os va?- repite Kris, tras soltar una carcajada.
-Bien, nos va genial.
-Va a llevarte a Los Ángeles ¿no?- pregunta Aria- He oído que se lo contaba a Niall.-
-Sí, me hace muchísima ilusión. Así veré a mi madre y a Hayley, una amiga.- digo, sonriente.
-¿A Hay?- pregunta Kris.- ¡Dale muchísimos besos de mi parte!
Lo que prosigue es una noche llena de risas, conversaciones sin sentido, y demasiados platos por parte de Niall. Hacemos bromas, casi nos echan por escandalosos y a mitad de comida nos trasladan a un salón privado para que hagamos todo el jaleo que queramos. Cuando retiran los postres (de los que Niall se ha tomado tres y parte del de Liam) y la vajilla, todos nos sentamos en la mesa, Niall saca una guitarra de no sé dónde, y nos ponemos a cantar, como si fuera una hoguera en la playa, con la diferencia que estamos en un restaurante de lujo de Nueva York.
Al cabo de unas horas, los chicos hablan por un lado, y nosotras por otro.
-Y bueno, Aria ¿qué os traéis el irlandés y tú?- pregunto, dándole un codazo. Ella suelta una risita nerviosa, y sonríe timidez.
-No lo sé, lo conozco de hace unos tres días. Pero es muy simpático conmigo, me trata genial, y... me hace sentir muy especial.- confiesa ella, sonriendo.
-¡Pues lánzate!- la anima Kris, sonriente.
-¿Vosotras creéis que debería?
-¡Deberías!- chillamos Kris y yo.
Salimos del restaurante hacia la una, y tras despedidas y promesas de que volveremos a vernos, cada uno se va por su lado. Después de un trayecto en limusina en el que Justin y yo no hablamos demasiado, llegamos al ascensor del hotel, y ahí las cosas se salen de control. Me deja atrapada contra una pared, y me sonríe con malicia. ¿Éste no tenía claustrofobia?
-Me debes algo.
-No creas que lo he olvidado.- digo, recorriéndole los labios con un dedo. Él hace un intento de morderme el dedo, y a pesar de no conseguir eso, consigue ser más malditamente sexy que antes. Enrollo las piernas a su cintura, y empezamos a besarnos. Un beso, después de otro. En cada uno tengo más calor que en el anterior. Cuando ya me estoy deshaciendo de su americana, llegamos a la habitación. Abre como puede la puerta, conmigo enrollada en él, y nada más abrirla, caemos en el suelo de la habitación. Él cierra la puerta con el pie, y empieza a deshacerse de mi vestido, con rapidez. Antes de conseguirlo, me escabullo hasta la cama, dónde consigo que me siga.
-Espérame aquí.- le susurro, dejándole con un beso en el cuello.
-¿A dónde vas?
-Al baño, tengo que prepararte una sorpresa.
-No irás a huir por la ventana, ¿no?
-Claro, como estamos a no-sé-cuántos-millones-de-metros-del-suelo...- susurro, y luego río.- No, no voy a huir a ninguna parte. Tú solo espérame aquí.
-¿Vas a tardar?
-Cuanto más me retengas aquí, sí.- río. Él me hace un gesto de que me vaya, mordiéndose el labio.
Solamente sé que me espera una buena noche. 

18.5.13

And she will be loved, chapter 49.



-Angie-
Veintidós de Abril, último día de Believe Tour.
Todo el equipo está en Estocolmo, preparando el último concierto de Justin aquí. Él está empeñado en que el último show sea perfecto, para dejar un buen recuerdo a las fans antes de... irse.
Hace casi un mes que estoy con Justin, aunque aún no lo hemos hecho público, ni a los medios, ni entre nosotros. Aunque no creo que haga falta hacerlo público entre nosotros, los dos sabemos que nos queremos y lo demás poco importa. Justin tampoco ha mencionado nada de decírselo a los medios, poniendo como excusa que a las beliebers no les parecerá bien que corte con Harry y empiece con él, y me llamarán interesada. No termino de creerme el argumento, pero he decidido confiar en él y creer que tiene un motivo de peso para no querer hacerlo público. Solo espero que no me decepcione.
Ahora mismo, estoy en nuestro hotel de Estocolmo, en la habitación que comparto con Justin. Estoy tumbada en la cama, con los pies en el lado de la cabecera. Vamos, al revés de como estaría la mayoría de la gente normal. Estoy ojeando mi Twitter, cuando me llega una mención de Niall.
"@NiallOfficial: Yo echo de menos a @angiefarrell. ¿Cuando voy a verte, jo? :("
Suelto una risita. Niall. Mi mejor amigo. No lo veo desde que se fueron de gira en febrero. Echo de menos sus abrazos, su manera de sacarme sonrisas... y su sonrisa, su risa. Echo de menos a mi pequeño duende.
"@angiefarrell: @NiallOfficial yo también te echo mucho de menos, rubito. Espero verte pronto"
Lo mando, y en ese momento leo en mi TL una directioner que tuitea:
"@_________: Ójala tuviera una amistad como la da Angie y Nialler. Son tan monos, omg."
Lo retuiteo con una sonrisa, y sigo mirando mi TL. Abro el reproductor de música del móvil, y pongo Make Me Proud de Drake y Nicki Minaj. Tarareo la canción distraídamente mientras sigo dando follows, tuiteando y leyendo tuits. La puerta de la habitación se abre, y Justin entra. Ha estado en las pruebas de sonido. Sonríe al verme, y se acerca a la cama. Se quita la sudadera de cremallera que lleva, para lucir una camiseta de tirantes blanca. Admiro mordiéndome el labio sus brazos, con tatuajes. Mi novio está bueno. Muy bueno.
Se tumba encima de mi, apoyándose sobre sus brazos, dejando la "distancia" justa entre ambos, para tocarme pero dejarme queriendo más.
-I know things get hard, but you got it girl, you got it, there you go. Can't you tell by how they looking at everywhere you go. Wondering what's on your mind, it must be hard to be that fine, when all this motherfuckers wanna waste your time. It's just amazing girl, and all I can say is: I'm so, I'm so, I'm so, I'm so, I'm so, I'm so proud of you.- canta en mi oído, susurrándome. Yo sigo mordiéndome el labio, intentando así mantener el control sobre mis actos de alguna manera. Él chasquea la lengua al verme, y vuelve a mi oreja.
-Deja de morderte el labio, por favor.- dice, con la voz ronca. Se separa de mi oreja, y puedo verle los ojos, que están más oscuros por... ¿por el deseo? Dios mío.- No sabes el efecto que tiene eso sobre mi, Angie.
-¿Y si me enseñas el efecto que tiene sobre ti?- digo, tras haber liberado mi labio lentamente y a posta. Le miro a los ojos, y él ríe levemente.
-Alguien tiene ganas de jugar...- canturrea, riendo. Luego, da por finalizado el juego, y empieza a separarse de mi. Oh, no. Esto no acaba aquí. Le cojo del brazo, y le obligo a volver a su posición inicial con un tirón.- Nena, no me hagas esto. Luego vas a dejarme a medias y con el calentón, así que dejémoslo.
-Yo solamente quiero jugar.- digo, con voz inocente y batiendo las pestañas. Luego, me incorporo un poco, llegando a su oreja.- ¿Y quién dice que vaya a dejarte a medias?
Justin cierra los ojos, y suspira. Los abre, y aún están más oscuros. Su voz está más ronca aún.
-¿Estás segura, Angie?- pregunta, acariciándome la mejilla.
-Justin, ya sabes que yo no... que Harry y yo ya... Pues bueno.- digo, evitando decirle simplemente "Justin, no soy virgen".
-Ya sé que no eres virgen, Angie.- zanja él. Yo dejo de respirar, de pronto. Qué directo al tema.- Solo pregunto que si estás segura de que quieres llegar tan lejos. Solo hace un mes que estamos... juntos. ¿No quieres esperar más?-
Me paro a pensar. Conozco a Justin desde hace varios años, y no es la primera vez que pienso en acostarme con él. En realidad, me apetece muchísimo. Pero si me acuesto ahora con él, con los dos con el calentón, eso no será hacer el amor... será sexo, simplemente. No quiero que sea solo sexo, quiero que Justin me haga el amor.
Al verme tan pensativa, Justin sonríe. Me aparta el pelo de la cara, y me besa la frente.
-Sé que no estás segura, Angie. Te conozco mejor que a mi mismo.
-Pero...- intento protestar, aún a sabiendas de que tiene razón.
-No hay peros. Vamos a esperar un poco, cielo.- zanja él, apartándose de encima de mi. Se queda a mi lado, y se apoya sobre un costado para acariciarme la mejilla. Yo me pierdo en sus ojos marrones. Sé a ciencia cierta que con él voy a ser feliz.
-Te quiero.- susurro, sin pensarlo. Él sonríe, con esa sonrisa que iluminaría toda la ciudad. Me abraza a él, y me acurruco en su pecho, sintiéndome segura.
-Te quiero más de lo que puedas llegar a pensar.- dice él, en voz baja. Yo sonrío, y sigo acurrucada en su pecho. Después de lo que parecen segundos así con él, cuando en realidad es más una media hora, él me separa cuidadosamente.
-Tengo que ducharme, cariño.- me explica, levantándose de la cama. Lo observo mientras va hacia el baño, pero lo llamo, deteniéndole. Tengo una idea.
-Justin.- él se detiene, y se gira, con esa maldita sonrisa.- Y... ¿y si me ducho contigo?-
Me mira asombrado, y luego extiende una mano, invitándome.
-Si tú quieres, yo encantado.
Me levanto de un salto, y voy hacia él, cogiéndole la mano. Él la suelta, y me indica que espere fuera. Cumplo lo que me dice, y espero fuera del baño. Para mi asombro, estoy muy tranquila. Supongo que ambos tenemos mucha confianza, y por eso no me importa en absoluto. Así como así, unos brazos me cogen, y me meten en la ducha, con ropa. Suelto un grito, el agua está helada.
-¡No grites!- me regaña, riendo.- ¡Fredo va a pensar mal!
-¡Esto no tiene ninguna gracia, Bieber!- exclamo, mirándome. Mi camiseta y mis pantalones cortos de chándal están empapados, al igual que toda yo. Él sigue riéndose, y me atrae con un brazo hacia él.
-Yo si le veo la gracia.- dice, apartándome el pelo mojado.- Además, estás preciosa así de mojada.-
En ese momento, coge la alcachofa de la ducha con el brazo restante, y me lo pone en la cara, mientras se ríe.
-¡JUSTIN!- grito, haciendo que se me meta agua en la boca. Toso un poco, y él vuelve a poner el cacharro en su sitio. Yo le pego en el pecho, ya que su camiseta ha desaparecido. Sigo dándole golpes, hasta que me coge de las muñecas, y me besa. El beso se mezcla con las risas de ambos, y el agua que sigue empapándonos. Me quito la camiseta, y el pantalón corto, quedándome en ropa interior, que se moja con el agua de la ducha al instante también. Justin me abraza, y se deshace de mi sujetador, mientras yo me deshago de lo demás. Cuando quiero darme cuenta, ambos estamos como Dios nos trajo al mundo, y riéndonos como dos niños pequeños, mientras el agua sigue cayendo. Él me mira, y yo me tapo instintivamente.
-Eres... eres hermosa, Angie.- me susurra él.- No te tapes, por favor.
Ante sus palabras, retiro los brazos, y él sonríe. Comenzamos a enjabonarnos, y cuando acabamos, se lanza encima de mi y empieza a besarme toda la cara, sometiéndome a otro ataque de risa. En resumen, estamos como cuarenta minutos en la ducha, besándonos, salpicándonos y riendo. Al salir, nos tapamos con una toalla cada uno, y nos secamos. Cada uno se viste sin hablar demasiado, pero con una sonrisa en la cara. Ducharnos juntos ha sido una bonita experiencia, y que ha servido para ganar confianza. Me pongo una camiseta suya, y mi ropa interior. Cuando los dos estamos vestidos, nos tumbamos en la cama, abrazados. Le quiero, me quiere ¿qué puede ir mal?
De momento nada, pero las cosas pueden torcerse cuando estás viviendo el mejor momento de todos.

Horas más tarde, quince minutos antes del inicio del último concierto de Believe Tour.
Llego al estadio acompañada por Kenny, que se había quedado en el hotel para resolver unos asuntos. Yo simplemente he esperado a que Justin se vaya para ponerme: http://www.polyvore.com/when_say_justin_yall_bieber/set?id=74765240. Me lo compré todo hace unas semanas con Nicole, y lo he estado escondiendo para ponérmelo en el último concierto de Believe Tour.
Al entrar en el backstage, empiezo a buscar el camerino de Justin, pero como siempre, Justin me encuentra antes incluso de poder situarme. Se acerca a mi, con los ojos como platos.
-Angie, ¿qué... llevas puesto?- dice, mirándome asombrado. Por un momento temo que no le guste- Me encanta, joder. Estás... estás perfecta.-
Sonrío, y hago una pose provocativa algo ridícula.
-¿Te gusta?
Él ríe con fuerza, y me atrae hacia él, para cogerme de la barbilla.
-Me encanta todo lo relacionado contigo, Angie. Estás muy... belieber.- dice, con una sonrisa. Río por el adjetivo, y le beso con ganas. Me sigue el beso, pero Scooter nos interrumpe.
-Sí, sí, sí. Muy bonito el amor, las flores, los pajarillos, y los cantos angelicales.- dice, lo que provoca que Justin y yo nos riamos.- Pero tú tienes que ponerte las alas, Justin. Despídete de tu novia, venga ¡rápido!-
-Te veo estresado, Scooter.- señala Justin, riendo. Luego se dirige a mi, y me besa otra vez.- Luego te veo, cariño.
Sale trotando detrás de Scooter, y yo me voy a un sillón en el que están Ryan y Fredo, haciendo el subnormal y tirándole bolitas de papel a un tío con complexión de gorila que parece ser de seguridad. Los gritos de las beliebers aumentan cada vez que la cuenta atrás situada en la pantalla gigante se hace más pequeña. Fredo y Ryan me cogen el brazos, sacándome a la parte de la pista reservada al público, dónde están Jeremy, Pattie, Scooter, Ryan Good, y también Jazzy y Jaxon, que se tiran a mis brazos. Ambos llevan una especie de orejeras para evitar que sus oídos sufran por el ruido de la música, y los gritos de las fans. La cuenta atrás acaba, y tras una pequeña introducción, Justin aparece con las alas, y empieza con el último concierto de Believe Tour. Todo va a la perfección, hasta que llega a One Less Lonely Girl y los bailarines bajan a la pista, cogiéndome a mi con ellos. Los demás del equipo se ríen de mi cara de asombro, y las beliebers gritan cuando aparezco en el escenario, reconociéndome. Justin me sonríe, conduciéndome al famoso trono de la OLLG. Mientras me canta la preciosa canción, me pone la corona de flores, que en vez de ser morada como siempre, es más pequeña y de flores blancas, así que supongo que lo tenía todo preparado. No puedo parar de sonreír, y estoy tan concentrada en él, que apenas escucho a las beliebers. Igual debería plantearme mi problema de sordera.
 There's gonna be one less lonely girl. 
I'm gonna put you first, I'll show you what you're worth. 
If you let me inside of your world, there's gonna be one less lonely girl.
Acaba así la canción, y añade el "only you, shawty" que decía en el videoclip. Me acaricia la barbilla, y luego me coge de la mano, arrastrándome al borde de la pasarela, exponiéndome a todas sus fans.
-Os presento a mi one less lonely girl, Angie. Muchas la conoceréis, y supongo que la odiaréis. Os pido que dejéis de hacerlo, y tengo una razón de peso para que cumpláis lo que os pido-dice, mirando a sus beliebers. Yo le miro, asombrada. ¿Qué está diciendo? ¿Qué va a hacer?- Esta chica es la razón de mi felicidad, así que si ella está triste porque no la aceptáis en el fandom, o la acosáis, o le deseáis la muerte, yo no soy feliz. Solo pido que por favor, respetéis nuestra relación. Porque sí, la hay. Estoy con Angie, ¿y sabéis qué? La quiero, la quiero muchísimo. Solo os pido eso, un poco de respeto. Y no tengáis miedo, no va a hacerme daño y si lo hace, es asunto mío. El hecho de que esté enamorado de Angie no implica que vaya a olvidarme de mis maravillosas fans, sin vosotras no estaría dónde estoy hoy. Gracias por escucharme... y espero poder daros las gracias por entenderme, por entendernos.-
Cuando me mira, dispuesto a besarme delante de sus beliebers, estoy emocionada. Me entrego al bonito beso que me da, ante los aplausos del estadio. Era como yo pensaba, mi futuro está con el chico de ojos color miel, y de sonrisa increíble.

-Narrador-
La gira en EEUU de One Direction ha acabado ya, y los chicos han vuelto a sus respectivos hogares, dispuestos a pasar un tiempo con su familia. Liam y Kris se han ido a Wolverhampton, dónde la familia de Liam ya ha empezado a cuchichear sobre si Kris es la que Liam va a elegir para pasar el resto de su vida con ella. A toda la familia le encantaría, es una chica perfecta para Liam, que le hace feliz. Zayn fue a buscar a Sam, y se ha quedado con ella una semana y media, antes de volver a Bradford a ver a su familia. Louis se ha ido a Doncaster sin Eleanor, ya que tuvieron una pelea, y han decidido darse un tiempo. Harry ha vuelto a Chesire, donde su familia le ha acogido, y le ha consolado después de su ruptura con Angie.
Niall lleva dos días en Mullingar con su familia, disfrutando de un poco de relax. La gira ha estado muy bien, pero como siempre, las giras son estresantes. Está tumbado en su cama, en chándal, escuchando algo de música tranquila después de comer. Está a punto de quedarse dormido, cuando su madre llama a la puerta.
-Niall, cielo, tenemos visita. Baja a saludar, por favor.
Él gruñe, y se cambia los pantalones de chándal por unos normales, se calza y se recoloca un poco el pelo. Baja de mala gana por las escaleras, esperando que no sea otro de los aburridos amigos de su padre, que hablan de negocios y dicen que Niall debería haberse dedicado a los negocios en vez de a cantar, que eso no lleva a ninguna parte.
Oye voces en el recibidor, y avanza hacia él, en el mismo momento en que se abre la puerta de éste, y entran en el salón una pareja de la edad se sus padres.
-¡Niall, hijo!- le llama su padre.- Ven, te presentaré. Estos son Alessio y Karen, nuestros amigos de Roma.-
Alessio, un hombre de ojos azules y pelo canoso se acerca a Niall y le estrecha la mano.
-¡Qué mayor estás, Niall! La última vez que te vi, no eras más que un retaco de tres años... ¡y mírate ahora!- sonríe, con amabilidad.- Tus padres tienen que estar muy orgullosos de ti.
-¿Lo dice por ser famoso?- dice Niall, estrechándole la mano y sonriendo. Ese hombre le ha caído bien.
-Lo dice por todo lo que has conseguido, y por llevar tan bien la fama.- interviene la mujer, de pelo negro y ojos castaños.- Es un placer volver a verte, Niall. Yo soy Karen.-
-No te acuerdas de ellos, porque hacía mucho que no los veíamos. Pero Karen fue la médico que estuvo cuando te di a luz, y  a raíz de eso nos hicimos amigos de ella y de Alessio. Vinieron varias veces a Mullingar cuando tú eras pequeño.- me explica mi madre, sacando algo de té. A Niall le son bastante familiares, pero no se acordaba de ellos. Aún así, son agradables y por lo menos, no le dicen a su padre que la fama no sirve de nada.
-¡Tienes que conocer a nuestra hija, Aria! Ha ido al coche a coger su bolsa, creo que llegará en...- dice Karen, sentándose en el sofá. En ese momento, suena el timbre.- Oh, ya está aquí.
-Niall, abre la puerta, anda.
-Mamá...- dice Niall. No le apetece ir a abrir, y aunque no quiera admitirlo, le da vergüenza.
-Niall, ve-a-abrir-la-puerta.- silabea su padre, y Niall resopla yendo hacia el recibidor. Abre la puerta, y se encuentra a una chica con el pelo castaño de brillos rojizos y los ojos en un tono entre verde y azul. Es un poco más bajita que él.
-Hola.- dice ella, sonriéndole. A Niall le falta poco para caerse al suelo, deslumbrado por la sonrisa de ella. ¿Quién es esa preciosidad, y dónde ha estado toda su vida?
-Hola... ¿eres Aria, verdad?- dice, con una sonrisa.
-Así es.- dice ella.
-Pasa, por favor.- se hace a un lado, y la chica pasa al recibidor. Niall cierra la puerta, y le extiende la mano.- Yo soy Niall.
Ella pasa de la mano extendida, y se pone de puntillas para darle dos besos. Él se esfuerza por no abrir la boca de puro asombro.
-Lo sé, eres el famoso Niall Horan. Componente de One Direction.- dice ella, como si se lo supiera de memoria.- Pero créeme, no vas a conquistarme por eso.-
Esta vez, Niall si abre la boca. Ella le mira con seriedad unos instantes, hasta que estalla en sonoras carcajadas.
-Es broma, es broma. Quería ver la cara que ponías.- ríe ella.- Mis padres me han hablado mucho de ti, tenía muchas ganas de conocerte en persona. ¿Están en el salón, no?-
-S...sí.- dice Niall, aún asombrado.
-Te espero allí.- dice, dirigiéndose a la puerta del salón.- Oh, y Niall.
-¿Qué?- pregunta él.
-Cierra la boca, pueden entrarte moscas.
Acto seguido, abre la puerta y se cuela en el salón. Niall se frota la nuca, asombrado. La entrada de Aria ha sido de sobresaliente, le ha causado una impresión perfecta. Además, es preciosa.
Solo espera que se quede varios días, quiere averiguar más de esa peculiar chica.

Este capítulo es para @PonisRojos, por leerme desde el primer día. Te merecías el personaje, cielo <3 


13.5.13

And she will be loved, chapter 48.



-Justin-
(Esta parte de la novela, a mi me pega muchísimo con Truly, Madly, Deeply, de One Direction. Os dejo el link, por si os la queréis poner https://www.youtube.com/watch?v=-5EMaf-BXhA)
Me despierto, sin abrir los ojos. Cuando empiezo a ser consciente de mi cuerpo, me doy cuenta de que hay alguien entre mis brazos. Su perfume de frutas exóticas la delata antes de abrir los ojos pero prefiero asegurarme, así que abro los ojos. Y ahí está, profundamente dormida, abrazada a mi. Con mi brazo en su cintura. Luce una sonrisa suave en los labios, en esos labios que ayer besé, después de tiempo.
Angie, mi Angie, está aquí conmigo, y no estoy soñando. Es ella de verdad. Invierto unos segundos en mirarla, y depositar algún que otro beso en su mandíbula, en su cuello, en sus mejillas ligeramente sonrosadas sin despertarla. estaría así todo el día, toda mi vida. Ójala pudiera congelar este momento, y dejarlo en "replay". Levanto la mirada, y veo en el reloj que son las diez y media: Hora de entrenar con Fredo.
Me levanto con todo el sigilo posible y ella deja escapar un gruñido de satisfacción, para después seguir durmiendo. Sonrío sin querer, y me visto de deporte, cogiendo ropa para luego en una bolsa. Arranco una hoja de una libreta que me encuentro por ahí, y escribo una nota que dejo encima de la cama.
"Buenos días, preciosa. Cuando leas esto con cara de sueño, posiblemente yo esté lejos, muy lejos. No era mi intención irme, pero créeme, debía hacerlo. No volverás a verme, jamáJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAAJJAJAJAJA. No temas, no voy a irme a ninguna parte demasiado lejos de ti por mucho tiempo ahora que por fin te tengo. No te voy a dejar escapar, espero que tu tampoco me dejes escapar a mi. Estoy en el gimnasio con Fredo, entrenando. Cuando vuelva, nos iremos a comer por ahí, los dos solos. Ponte guapa (más de lo habitual, cosa bastante difícil) Te quiero mucho, shawty."
Conteniendo la risa, salgo de la habitación sin hacer ruido. Al llegar al gimnasio con sonrisa de subnormal, Fredo me somete a un interrogatorio más duro que el entrenamiento en si.

-Angie-
Correteo por la habitación con una sonrisa de niña pequeña en la cara. Tarareo casi sin quererlo "Give Me Love" de Ed Sheeran, mientras busco qué ponerme para salir a comer con Justin. Su nota de "buenos días" ha sido una buena forma de empezar el día. Y bueno, dormirme en sus brazos fue una buena forma de acabar el día ayer. Quizás esos sean los motivos por los que mi estado de ánimo ha mejorado notablemente. Quizás también sea porque Justin se declaró ayer, me besó, y me hizo sentir especial.
Después de mucho rebuscar, me decido por http://www.polyvore.com/fall_in_love/set?id=76191718. Mientras me peino, frente al espejo del baño, me doy cuenta de que el molesto dolor en el pecho que apareció ayer, y que se venía manifestando desde mi ruptura con Harry, ha desaparecido casi totalmente. Ayer, cuando estuve con Justin, ni siquiera lo sentí. Justin es mi cura personalizada para el desamor, confirmado.
Al acabar de arreglarme, y antes de subirme en los tacones, me siento en la cama y abro mi cuenta de Twitter.
Un momento.
¿Por qué mi TL y mis interacciones están llenas de muchos Justin Bieber? ¡Me llegan unas 48730947029 menciones al minutos de mucha gente, todos llamados 'Justin Bieber' al minuto!
Me dedico a investigar, y al final descubro que las beliebers han decidido gastarle una broma a Justin, ya que son listas y se han dado cuenta de que Justin lleva una muy mala temporada. Todas han disfrazado su cuenta, igual que la de Justin, copiándole la biografía, el encabezado y la foto. Esta fandom es increible. Han movilizado a unas 36 millones de beliebers, para hacer sonreír a su ídolo. Sin poder dejar de sonreír, tuiteo: "Todo mi twitter está plagado de 'Justin Bieber' ¡son muchos! ¡Sois las mejores, beliebers! #swaggie #muchlove."
En ese momento, Justin entra en la habitación, con el iPhone en la mano y cara de susto fingida. Yo contengo la risa, y me pongo seria.
-Cariño, ayúdame. Todo twitter es yo.- ríe, y yo le miro, seria.
-No puedo ayudarte, lo siento.
-¿Por qué?- dice, asustado de pronto.
-¡Porque yo también soy Justin Bieber!- río yo, y él me saca la lengua. Nos reímos como dos tontos, hasta que él para, acercándome a él.
-Entonces, ¿te importaría darte un beso?- dice él, con una sonrisa sugerente.
-¿Darte? ¿A ti? Es verdad, yo soy tu... oh.- sonrío, y acerco mis labios a los suyos, para luego darle un beso. Otro beso que me acelera el pulso, y me quita el poco dolor que me quedaba en el pecho. Al separarse, me susurra:
-Estás preciosa ¿lo sabías? Ahora, vámonos. Tengo una reserva para dos en un restaurante que te va a encantar.-
Me coge de la mano, y salimos corriendo, con él guiándome. Huimos de los paparazzis, de sus preguntas entrometidas, y sus ganas de fastidiarnos el día. Hoy, la verdad, es que nada puede con nosotros. Incluso posamos para alguna foto, para que nos dejen en paz. Cuando al fin nos quedamos solos, caminamos con tranquilidad hasta un edificio oscuro, moderno. Justin me sonríe, antes de conducirme dentro, con él.
Es un restaurante llamado "The Hall", en el que las paredes del comedor son una enorme cristalera, con vistas a Viena. Cuando vamos a sentarnos, el maître (el jefe de camareros) nos detiene.
-¿Desearían los señores tomarse una copa en la terraza antes de comer?-
Justin me mira, buscando mi aprobación. Yo asiento, sonriente.
-Perfecto, tomaremos... ¿champán?
-Champán, sí.- asiento yo y el maître nos dirige a la terraza. Es blanca, con tumbonas, sillas de mimbre, césped artificial, y unas vistas preciosas a Viena. Me acerco al borde, y Justin me abraza por detrás, contagiándome su sonrisa.
-¿Te gusta?
-Me encanta. Gracias por traerme aquí, Justin.- le digo, girando la cabeza para mirarle- Veo que tienes una afición por las alturas.-
-¿Lo dices por la Torre Eiffel?- pregunta él, besándome la nariz. Yo asiento, intentando evitar soltar una risita tonta.- Me gustan las alturas, aquí arriba me siento libre... intocable.-
Me giro totalmente, y le paso los brazos por las caderas. Miro al suelo, evitando sin saber por qué su mirada. Él me llama:
-Eh.
-¿Qué?- digo, perdiéndome en sus bonitos ojos nada más levantar la vista.
-Te quiero tanto...- suspira él, y me besa de nuevo. Le sigo el beso, irradiando felicidad, hasta que un ligero carraspeo nos interrumpe. Un camarero joven nos ha traído el champán, y parece sentirse algo culpable por su interrupción.
-Lo... lo siento. Solo vengo a informarles de que el dueño del restaurante ha cerrado el restaurante al público hasta esta noche para que ustedes disfruten de un poco de intimidad.- dice, de carrerilla. Justin y yo le sonreímos.
-Dígale que muchas gracias de nuestra parte, ¿qué champán nos ha traído?
-Moet & Chandon, señor.- dice el camarero, algo más calmado.
-Perfecto, entraremos en un rato a comer.
-No tengan prisa.- nos dice él, y se retira casi corriendo. Yo suelto una carcajada.
-Pobre chico, creo que se sentía culpable por interrumpirnos.- río, mientras Justin me alcanza mi copa de champán.
-Pues habrá que continuar lo que estábamos haciendo antes de que nos interrumpiera.
-¿Va usted a obligarme, señor Bieber?- le digo, llevándome la copa a los labios.
-Créame que lo hará por voluntad propia, señorita Farrell.- dice él, que espera impaciente a que acabe de beberme el sorbo de champán para besarme. Yo lo hago todo lo lento que puedo, y él suelta un gruñido de frustración.- Oh, venga, Angie. No seas cruel.-
Río, triunfante, y lo cojo del cuello de la camisa, pegando sus labios a los míos. El beso es acelerado, como una búsqueda del tesoro, en la que ninguno de los dos quiere dejar ningún hueco de la boca del otro sin explorar. Simplemente, me deja sin aliento.
Después, nos hacemos una foto para Instagram, y entramos al restaurante, dispuestos a disfrutar de la comida, que es perfecta en todos los sentidos.

-Harry-
Nueve días. Hace nueve días que le mandé un mensaje a Angie, y no recibí respuesta. Nueve días durmiendo mal, despertándome por la mañana sabiendo que ya no la tengo. Que ya no es mía, que su corazón ya no me pertenece. Nueve días, lamentándome por ser tan celoso. Nueve días de angustia.
"Nueve días, y los que te quedan, Styles" me dice mi conciencia, en un intento por desanimarme más de lo que ya estoy. Suspiro, intentando hacer que se calle. Cojo mi iPhone, y entro en Twitter. No hay nada interesante, así que me dirijo directamente a los Trending Topics. Uno de ellos es #WeLoveJangie. ¿Jangie? Eso me suena a Angie... y Justin. Rezo mientras abro el TT, para que no sea lo que estoy pensando. El tuit más citado dentro del TT es un enlace a instagram de Bieber, en el que pone:
"La vista de Viena desde aquí es preciosa, @angiefarrell, pero desde luego no se compara a ti (enlace de instagram que como comprenderéis no existe) :)"
Abro la foto, y los veo allí, juntos, abrazados, con una ciudad que supongo que es Viena detrás. El mundo se me cae encima, al ver los brazos de Bieber rodeando la cintura de ella, y la cabeza de Angie reposando en el hombro de él.
En ese momento, Louis entra en la habitación, con su sonrisa habitual, me revuelve llos rizos y se sienta a mi lado para cotillear que estoy mirando. Su sonrisa mengua hasta convertirse en una mueca cuando ve la foto de Angie y Justin.
-Lo siento mucho, Hazza.- dice él.
-No lo sientas, tú no tienes la culpa.- digo, suspirando.- En cambio, yo si.
-Deja de torturarte a ti mismo, Harry. Lo que pasó, pasó y punto. Déjalo ya, por favor, Odio verte así.- dice Louis, poniéndome una mano en el hombro.
-¿Tú crees que queda alguna posibilidad de recuperar a Angie?- digo, esperanzado.
Louis, sin embargo, niega con la cabeza, suspirado.
-Creo que alguien se te ha adelantado en eso de "recuperar a Angie", Harry.- dice él, mirándome y bajando la vista luego hacia mi móvil. Lo peor es que tiene razón.

8.5.13

And she will be loved, chapter 47.



-Angie-
Viena. Tengo que decir que estoy orgullosa de Justin, va cada día mejorando, y sus actuaciones en directo vuelven a ser igual de perfectas que siempre. Parece que por fin la tormenta ha acabado.
Nicole, Fredo, Ryan, Justin y yo, estamos en la habitación de Justin, después de habernos comido no-sé-cuántos-millones de chocolatinas. Encendemos la televisión, y al final, encontramos una cadena en la que una rubia de bote, totalmente operada, está dando noticias del corazón en un inglés meloso y medianamente comprensible. Decidimos dejarlo, para reírnos un rato.
-Bienvenidos a FamousTV, a nuestra sección semanal de noticias frescas recién salidas del horno.- chilla la presentadora, batiendo las pestañas. Los cinco empezamos a reírnos por no llorar de la pena que da la presentadora rubia.
-Pero vamos a ver, ¿cómo se come eso? ¿"Noticias frescas recién salidas del horno?- dice Ryan, horrorizado, mientras suena la introducción a la sección.
Seguimos riéndonos como si fuéramos imbéciles, hasta que sale una foto de Kris y Liam, y les hago callar.
-La primera parejita de la que os hablaremos hoy será la de ¡Liam Payne y Kristen Jones! El componente de One Direction y la joven estadounidense han pasado unas románticas vacaciones en Hawaii, alejados de todo el mundo. Esta pareja está en su mejor momento, ya que fuentes cercanas a la banda nos han comunicado, ¡que Kristen está embarazada!- chilla la rubia. Yo me atraganto con la chocolatina, y cojo el móvil, abriendo mi conversación de WhatsApp con Kris.
A: Una presentadora rubia de bote (digna de ver, por cierto) de una televisión de cotilleo rara de Austria, afirma que estás embarazada. Espero por tu bien que no, porque si estás y no me lo has contado ¡MUERES! Te echo de menos, por cierto.
Kris me sale "en línea" y acto seguido, las letras cambian a "escribiendo..."
K: JAAAAAJAJAJJAJJAJJAJAAJAJAJJAAJAJ, ay que me da. No, no estoy embarazada, Angie. Te lo habría dicho, tonta. ¡Te echo de menos!
Suspiro, aliviada, y levanto la cabeza para ver la siguiente noticia de One Direction.
-Fuentes cercanas a la banda- Fredo bufa, y le hace la burla a la presentadora con eso de "fuentes cercanas a la banda", mientras Nicole y Ryan se ríen. Justin y yo somos los únicos pendientes de la televisión.- nos han confirmado que Niall Horan y Demi Lovato ¡tienen un romance! Para demostrarlo, os dejamos una foto reciente de ambos.-
Yo ya estoy cogiendo el móvil otra vez, cuando veo que la foto de Niall y Demi es de hace dos años o un año y medio por lo menos.
-¿Foto reciente? ¡Pero por favor, allí Demi es morena, y ahora mismo es rubia! ¿De dónde se sacan lo de que es reciente?- grito yo. Justin ríe, y me da un beso en la mejilla, para calmarme.
-Las rubias son un poco tontas, cielo. Cálmate.- ríe Justin. Recibe un zapatazo por parte de Nicole.- ¡Eh!
-¡Cuida tus palabras, Bieber! ¡Hay una rubia presente!- sisea ella.
-Una rubia muy guapa por cierto.- sonríe Fredo. Uy, esto me huele a romance...
Seguimos mirando la televisión, dónde aparece otra vez la presentadora.
-Y ahora, la última noticia del día sobre la banda británica de éxito. Hablaremos del guapísimo Harry Styles, el joven de la banda.- yo intento no ponerme nerviosa, y noto como Justin me coge la mano, para que me calme. Le dirijo una sonrisilla nerviosa, y miro la televisión.- Después de su reciente ruptura con Angie Farrell por causas aún sin resolver, ¡este chico está que no para! Hace poco, reveló en una rueda de prensa que se arrepiente de su relación con Farrell, que todo fue un error, y que solamente le frenaba. Parece que Styles quiere arriesgar por algo más... ¡country, como Taylor Swift, su nuevo ligue! Os dejamos con sus fotos en Londres, hace pocos días. ¡Esto es todo por hoy, gracias por ver FamousTV!
Me llevo una mano a la boca. ¿Nuestra relación, un error? ¿Taylor Swift, y Harry? No puede ser, tiene que ser otro truco de la televisión. Pero, de pronto, aparece en pantalla una foto de Harry y Taylor en un parque, él encima de ella, besándola con pasión. No me da tiempo ni a darme cuenta de que los cuatro presentes me miran, sin saber muy bien que hacer. Me levanto de un salto, y con las lágrimas cayéndome por las mejillas, y una mano cubriéndome la boca, salgo de la habitación corriendo, hasta que encuentro una puerta que lleva a la azotea del hotel.
Llego al borde y apoyo las manos en la barandilla, contemplando Viena, que se vuelve borrosa por segundos a causa de mis lágrimas. Me llevo una mano al pecho poco después. El dolor que experimenté en Barcelona, y en París, justo antes de que Lis llegara, vuelve. Y me doy cuenta de lo peor, que nunca se había ido. Simplemente, yo me había distraído. Con Lis, con Nicole, con Justin. Pero el dolor es tan presente ahora que me hace ahogar un grito. Es como si me hubieran clavado un puñal en el pecho, o como si me hubieran arrancado el corazón. Miro al cielo, sin poder dejar de llorar. Lloro porque sé el motivo del dolor en el pecho. Harry es el motivo de mis lloros, de mi dolor y de mis ganas de simplemente, saltar la barandilla, y dejarme caer al abismo.

-Justin-
Ella se levanta, y sale corriendo, con lágrimas en los ojos. Mierda. Los cuatro que quedamos en la sala estamos en silencio, pero yo lo rompo, pegándole una patada a la cama de matrimonio.
-Creo que alguien debería ir a consolarla.- dice Ryan.
-Podría ir yo, pero no va a servir de nada. No necesita una amiga ahora mismo.- dice Nicole, recogiéndose su infinita melena rubia en un moño en la nuca.
-¿Y qué necesita, entonces?- digo, pasándome las manos por el pelo.
-A ti, Biebs. Te necesita a ti.- dice Fredo, con tranquilidad.
-Yo solo soy un amigo.- murmuro, con resignación.
-¿Y quién dice que hoy no podrías dar el siguiente paso?- dice Nicole. Fredo y Ryan asiente, y yo les miro como si fueran unos extraterrestres recién llegados de Saturno, o como si me acabaran de decir que me lié con Lady Gaga en una fiesta (con todos mis respetos hacia Lady Gaga, ¿pero liarse con alguien que lleva un disfraz de carne? Lo siento, pero no)
-¿Pero vosotros estáis mal de la cabeza, o qué cojones?- digo, alterado- ¿Me estáis diciendo que me declare cuando peor lo está pasando Angie? ¿Quién os ha enseñado a vosotros cosas del amor, los tests de las revistas para adolescentes?
-Ignoraré tu comentario estúpido sobre mis conocimientos sobre el amor, Justin.- dice Nicole, repentinamente seria.- Angie necesita que la consueles con amor, no con amistad. Necesita alguien que le repare el corazón, y que la quiera.-
Mirándolo así, no parece tan mala idea. Miro por la ventana, suspirando.
-Va, Biebs. Lánzate.- me dice Ryan.
-Está bien, está bien.- digo levantando las manos como señal de rendimiento.- ¡Ya voy, voy a conquistar a la chica a la que quiero!-
Salgo por la puerta, mientras ellos me aplauden y vitorean. Cuando estoy en el pasillo, me tranquilizo mentalmente "Va, Biebs. A por ella. Tú puedes." Avanzo por el pasillo, intentando averiguar dónde se ha metido Angie, cuando veo la puerta de la azotea abierta. Subo los escalones que me separan de ella, y cierro cuando paso. Angie está apoyada en la barandilla, mirando la ciudad. Me acerco con cuidado y con lentitud, hasta que me sitúo a su lado.
-¿Cómo te encuentras?- pregunto, ya que es lo primero que se me viene a la cabeza. "Qué pregunta más subnormal, Biebs. ¡Pues, mal, como va a encontrarse!" Ella me mira, limpiándose las lágrimas, y esbozando una sonrisa sin mucho éxito.
-Pues bueno... mal. Simplemente estoy algo rota por dentro. Como si me hubieran abierto en canal y me hubieran arrancado el corazón. Tengo un dolor intenso en el pecho que hace que me moleste respirar.- dice, limpiándose de nuevo las lágrimas. Tengo ganas de cogerla y acunarla entre mis brazos, mientras le limpio las lágrimas con besos. Pero desde luego, no es el momento.- Me he dado cuenta de que él se ha llevado una parte muy grande de mi con él... Y no puedo evitar pensar que quizás yo no era lo suficientemente buena para él. Harry era... era perfecto.-
-No.- gruño, y ella me mira, alarmada por mi reacción.- Harry no era perfecto. Era solo un tío con suerte. Tenía la maldita suerte de tenerte a ti, Angie. Todos los días, de estos cinco meses, he pensado en la suerte de Styles, de tenerte solo para él. La suerte de despertar abrazado a ti, de hacerte sonreír como se sonríe cuando estás enamorado, la suerte de besarte hasta dejarte sin aliento, la suerte de hacerte sonrojar, para luego reírse y recordarte lo preciosa que estás cuando te sonrojas. Tú hubieras hecho todo por él, lo que fuera. Pero yo jamás he tenido ese privilegio, yo solo soy tu amigo y hasta hace unos meses ni siquiera eso. A mi nunca ibas a besarme, nunca ibas a hundir las manos en mi pelo, a acariciarme las mejillas antes de cada beso. Nunca ibas a abrazarme cuando tuvieras miedo. Nunca. Y a pesar de eso, aquí estoy, recogiendo los pedazos de tu corazón. Ese corazón que Harry se ha dignado a pisotear y a romper. Estoy intentando arreglar tu corazón, pegar poco a poco los pedazos para que quede igual. Pero nunca nadie ha hecho eso por mi. He tenido que tragarme el dolor que me producía verte a su lado. Cuanto más dolor me tragaba, más intratable me volvía. Y sé exactamente lo que sientes ¿ese dolor en el pecho? Lo llevo sintiendo desde la primera vez que os vi, en el backstage de Glendale. Y este dolor, no parece que vaya a irse, porque él siempre parece estar por encima de mi, a pesar de que ahora ni siquiera está contigo. Eres la única persona que puede hacerme daño, Angie. Pero también eres la única persona que puede remediarlo.-
Cuando suelto todos esos sentimientos que me llevaba guardando tanto tiempo, me siento liberado de ellos. Angie ha estado callada todo el rato, escuchándome.
-Yo... lo siento Justin. Lo siento de verdad. No sabía que sentías todo eso por mi.- susurra, con un hilo de voz.
-Te lo he dicho muchas veces.- murmuro yo, mirando al suelo.
-Pero nunca así, como ahora.
-Ya, bueno...- suspiro.- Ahora ya lo sabes.
-Lo sé...- dice, y me coge por la barbilla, haciendo que la mire.- Lo sé, y lo siento, Justin. Me has hecho sentir eso que me hiciste sentir en la playa de Los Ángeles, hace un año. Un cosquilleo en el estómago, y unas ganas terribles de simplemente tirarme en tus brazos y que pase el tiempo. Unas ganas inmensas de quererte, de que me quieras, de no sufrir y de ser feliz. Es... es lo que necesito. Te necesito a ti, Justin.-
Mi corazón pisa el acelerador, y empieza a latir a un buen ritmo. No puedo creer lo que acaba de decirme, así que decido hacer que lo repita.
-Puedes... ¿puedes repetir lo último?- pregunto, con cuidado. Ella sonríe, y asiente.
-Te necesito a ti, Justin.- repite ella, y mi corazón salta en mi pecho.
-¿Estás segura de que es lo que quieres?- pregunto, acercándome a ella, y pasándole los brazos por la cintura. Llevo demasiado tiempo esperando esto. Demasiados errores, demasiadas lágrimas por el camino.
-¿Puedo enseñarte que quiero?- pregunta ella. Yo estoy a punto de retirarme, pensando que he interpretado mal sus palabras. Pero ella me retiene, y me acaricia una mejilla, sonriendo.
Y entonces, ocurre.
No hay fuegos artificiales, ni pétalos de rosa, ni coros celestiales cantando. Solo es ella, y yo, y nuestros labios. Es un beso, el beso más esperado, y puedo decir que el mejor que me han dado. Mi mente me transporta a Febrero, en la cabaña de la playa. Han cambiado muchas cosas desde entonces. La jovencita a la que besé ahora es casi una mujer. He tenido que perderla innumerables veces para llegar hasta aquí, pero algún sabio dijo alguna vez que cuanto mayor es la batalla, mayor es el triunfo.
Y esta batalla, la he ganado yo. Por fin se avecinan tiempos de calma para mi y para la chica a la que estoy besando como si no hubiera un mañana. 

4.5.13

And she will be loved, chapter 46.


23 de Marzo de 2013.
-Angie-
Las cosas mejoran por momentos, han pasado ya unas dos semanas desde la ruptura, y me voy encontrando mejor. Los días que ha pasado Lis con nosotros me han ayudado mucho. La personalidad cálida, amable y su felicidad contagiosa me han ayudado en gran parte a superar el sentimiento de que mi mundo se derrumbaba.
Hoy es el concierto en Bolonia, Italia. Es también el último día de Lis con nosotros, así que mientras Justin hace pruebas de voz por la mañana, decido que voy a robarle la mañana a Lis, y que nos vamos a ir a pasar la mañana juntas por ahí. Mientras ella sigue durmiendo en nuestra habitación compartida con Justin (estos días, hemos compartido una habitación. Nosotras dormimos en la cama de matrimonio, y Justin en una cama supletoria al lado), yo empiezo a arreglarme. La cama de Justin ya está hecha, y supongo que se ha ido a ensayar hace bastante rato. Miro por la ventana, hace un buen día en Bolonia. Me dirijo a mi enorme maleta, y saco: http://www.polyvore.com/hope_you_wanna_kiss_me/set?id=77972680. Me visto, y cuando acabo, veo que Lis empieza a abrir los ojos y a estirarse. Voy dando pequeños saltitos hasta su cama, y zarandeo un poco a mi prima.
-¡Venga, dormilona! Nos vamos a pasar la mañana por Bolonia.- canturreo. Ella me dirige una sonrisa, asiente, y se levanta. Es la persona con mejor despertar que conozco. Empieza a vestirse y yo me encargo de peinarme y hacerme una trenza no muy currada, para que parezca desenfada e informal. Lis está lista en cuestión de minutos, con unos pitillos, unas converse y una blusa floral muy mona. Salimos de la habitación, hasta el hall y luego vamos a la calle principal. Empezamos a andar, contándonos cosas, comentando anécdotas del tour y cuando llevamos una media hora caminando, ella para en seco.
-Una duda, Angie.
-Sorpréndeme.- sonrío yo.
-¿Tienes alguna idea de dónde estamos?
La pregunta me pilla desprevenida. La verdad es que hemos empezado a andar sin ningún rumbo cuando hemos salido del hotel. Me entra la risa, al ver como mi prima empieza a ponerse de los nervios.
-¡Angie, no tiene gracia! ¡Estamos perdidas en una ciudad que no conocemos de nada!- exclama, y empieza a andar de un lado a otro, sin poder estar quieta. Mientras sigue con su lamentaciones y sus maldiciones hacia mi, yo me acerco a una pequeña tienda de souvenirs, y pido un mapa de la ciudad utilizando mis conocimientos de italiano. Agradezco el día en que se me ocurrió coger italiano en vez de alemán en el instituto, a pesar de las quejas de mi madre porque decía que el italiano no servía de nada. Pues si no llega a ser por mis "malas decisiones", estaría perdida en Bolonia.
Salgo de la tienda, y Lis sigue lamentándose, sin haberse percatado tan siquiera de que me he ido. Miro la placa de la calle, y la busco en el mapa. Recuerdo que miré los lugares de interés de Bolonia, sobre todo los cafés y restaurantes.
-Tengo una buena noticia, Lis.- digo, sonriente, mirando el mapa.
-¿Qué? ¿Buenas noticias? ¿Ahora? ¡Pero si estamos perdidas!
-No todo en esta vida es un drama, Lis.- río yo.- Hay una heladería-cafetería muy famosa en la siguiente calle, y dos calles más allá está la plaza principal de Bolonia. Así que no estamos tan perdidas.-
-¿Qué haría yo sin ti, Angie?- suspira, y empezamos a andar de nuevo, hacia La Fenice, la heladería-cafetería.
-Ahora probablemente te habrías desmayado.- digo, burlándome de ella.
-Bueno, me habría rescatado un apuesto italiano, que se llamaría... Paolo. Y me habría llevado a su villa en los viñedos de la Toscana. Allí, me despertaría y pasaría unos días con él y su familia, atiborrándome a pasta casera y pizza. Cuando me quisiera irme, él confesaría su amor hacia mi, y me suplicaría que me quedara. Me quedaría con él en su villa de la Toscana, y luego él me pediría matrimonio. Y me casaría con él, y bueno, el resto es historia...- dice ella, y yo me río con ganas.
-Voy a pedirle a Justin el número de Woody Allen, a ver si te contrata como actriz, o te compra algún guión.- le guiño un ojo, y ella se ríe.
Llegamos a La Fenice, nos tomamos un café, y luego nos dedicamos a hacer turismo por el centro de Bolonia. Hacemos fotos, y pasamos una bonita mañana juntas. Al final, cogemos un taxi de vuelta al hotel, porque mis conocimientos de orientación no dan para más, y no sé volver al hotel.
Llegamos a la vez que Justin, y entramos en el hotel entre la gran concentración de fans en la puerta.
-¿Qué tal el ensayo?- le pregunto, besándole la mejilla. Él me dedica una gran sonrisa, y me pasa un brazo por los hombros, mientras vamos a la habitación. Lis y Fredo van riéndose de algo, detrás de nosotros.
-Perfecto, mi voz va a mejor.
-Me alegro mucho.- digo, con sinceridad. Él me acaricia la mejilla.
-¿Qué habéis hecho vosotras, toda la mañana?
-Perdernos por Bolonia, y hacer turismo.- río yo. Él ríe conmigo, y luego niega con la cabeza.
-No se os puede dejar solas...- sonríe, y me besa la frente.
Justin y yo somos así, siempre estamos dándonos besos en la cara (menos en los labios, claro), abrazándonos y siendo así de cariñosos. Más de uno ha llegado a pensar que estamos juntos, pero la verdad es que solamente somos amigos. Hay muchísima confianza entre nosotros, y muchísimo cariño.
Aunque debo admitir, que desde la ruptura con Harry, veo a Justin de otra manera. Sigue siendo mi mejor amigo, pero es distinto. Ahora hay momentos en los que le besaría. En los labios. Hay veces que me dice cosas que me hacen sonrojarme como una tonta. Duermo con él todas las noches, a veces en la misma cama.
Me doy cuenta que desde que corté con Harry, han empezado a aflorar sentimientos entre Justin y yo, que di por perdidos cuando empezó BTour, cuando volví y parecía que nos odiábamos. Cuando dejamos de hablar por Jasmine. Cuando empecé a salir con Harry.
Harry hace una entrada estelar en mis pensamientos, trayendo consigo todos los buenos momentos, y los malos. "-¡Tu tienes que ser la famosa Angie! +Así es. Tú eres Harry ¿verdad?"  "-Mis consejos no son de lo mejor, pero voy a darte uno ¿vale?"  "-Bieber, basta ya de acosarla ¿o qué?"  "-No voy a dejar que ese imbécil te haga daño."  "+¿A dónde vamos? -A hacer alguna locura."  "+Eres famoso, señor Harry Styles. -¿Qué esperabas? Soy el miembro más guapo de One Direction. +¿El más guapo? -¿Me lo vas a negar? +Sí, te lo niego. En un concurso de guapos, ganaría Zayn."  "+Harry, sigo sabiendo andar, eh. -Me apetecía llevarte. No vaya a ser que te caigas de lo bien que beso... +¡Pero serás flipado! -Reconoce que te ha encantado mi beso..." "-Sigo enfadado. +Cállate, Harold."  "-Buenas noches, Farrell. +Buenas noches, Styles."   "+¿Qué miras tú?  -A ti. Eres preciosa."  "¿Qué cojones haría yo sin ti, Angie?"   "-¿Qué ha sido eso? +¿El qué? -¿Llevamos saliendo dos meses, y me felicitas besándome así? +Te beso como me da la gana. -Pues entonces no voy a soltarte. +No lo hagas. +Nunca voy a soltarte, pequeña."   "+Buena idea, Harold. -Supongo que no querrás un hijo mío. +¿Quién te ha dicho que no?"   "+Ayer fue la mejor noche de toda mi vida, Harry. -Supongo que querrás repetirlo, pero como no querrás que sea a la fuerza, y ahora mismo, hazme el favor de ponerte algo de ropa."   "-Mal, mal, Angie. Nadie deja a Harry Styles a medias."   "-¡Liam! ¿Necesitáis condones? ¿De fresa, o efecto frescor? ¿O quizás efecto calor? ¿O ultra sensitivo?         +¡Harry! No seas malo."   "+¿Vas a dejar de mirarme mientras intento vestirme, o aún no sabes que es la intimidad? -¡Pero a ver! ¿Qué tienes que yo no te haya visto ya, tonta!"   "-¿QUÉ HACES TÚ, EH? ¡ME HABÍA COSTADO MUCHO DEJÁRMELO BIEN! +¡Pobre Harry! ¿Te he deshecho los rizos?"    "-Feliz año nuevo, pequeña."   "-Te quiero. +Yo más, seguro. -Déjame demostrarte que no +Hazlo. Demuéstramelo"   "-No es la primera vez que vemos amanecer, y tampoco la última. Porque espero que veamos esto muchas veces, a lo largo de los años. +Veremos millones así, uno en cada parte del mundo."   "-Pequeña, sé que esto no va a ser fácil para ninguno de los dos. Pero quiero que tengas claro que te quiero, y que un océano y cuatro meses no van a cambiarlo. Te voy a echar de menos cada segundo. +Quiero que disfrutes de estos cuatro meses cumpliendo tu sueño, y haciendo lo que te gusta hacer. Quiero que seas feliz, y que no te olvides de mi. Te quiero ¿vale?"   "+Amooor! No pasa nada, tranquilo. Pues muy bien, ya tengo "trabajo" -¿En seeerio? ¿De qué? +De ayudante en el apartado de música. -Oh, no. ¿Les contaras mis secretos oscuros? +Todos sin dejarme ni uno MUAJAJAJAJAJAJJAJAJAJA. -¿Cómo lo mucho que te gustan mis besos en el cuello? +Ay, shhh, tonto. -En 119 días tendrás tus besos en el cuello. +Yo quiero más cosas que solo besos en el cuello... -Las tendrás, pequeña."      "-Pequeña, yo...  +Ahórratelo, Harry. Venías aquí a cortar conmigo. Hazlo de una vez. -Pero...  +¿Pero qué, Harry? Me has dicho que nada de lo que yo dijera iba a hacerte cambiar de opinión. Tienes que medir tus palabras, y tus actos. -¡No te consiento que me des sermones! +¡Y yo no te consiento que desconfíes de mi! ¡Te dejé claro que yo te quería a ti, imbécil!- grito, explotando en lágrimas. ¡Hazlo de una vez, Harry! -No puedo. +¡Pues lo haré yo! Esto... se ha acabado, Harry. La base de toda relación es la confianza, y tú no confías en mi. -Está bien. No... no quiero volver a verte." 
Cierro los ojos, intentando alejar a Harry de mis pensamientos. No le quiero allí, tiene que estar fuera de mi cabeza, y de mi corazón. Le necesito lejos, necesito dejar de pensar en él, porque está claro que él ya no piensa en mi.
Miro a mi derecha, donde Justin está sonriente, contándome lo bien que le han ido los ensayos y lo feliz que está de que todo vaya más o menos mejor.
Quizás el chico de ojos caramelo que está conmigo, sea mi futuro.
En ese momento, me llega un mensaje al móvil que nunca leeré, porque al ver que es de Harry, lo borraré al instante, nada más llegar a la habitación. En ese mensaje, quizás esté escrita la clave de mi felicidad. O no, quizás simplemente sea cualquier chorrada. Nunca lo sabré.

-Narrador-
Liam y Kris volvieron hace dos días de Hawaii. Las cosas entre ellos van mejor que nunca. En esa preciosa isla, han adquirido una confianza sin apenas darse cuenta, una confianza que mucha gente tarda en adquirir meses y meses. Quizás años.
Kris charla con entusiasmo con Eleanor, que ha ido a ver a Louis unos días desde Cambridge. A ambas les da mucha pena el tema de Harry y Angie, pero poco pueden hacer por remediarlo. Eleanor le cuenta que quiere dejar la carrera y empezar a trabajar de diseñadora de moda, pero que duda que sus padres lo aprueben. Kris la entiende, sabe lo que es no poder hacer algo por la opinión de tus padres, o en su caso, de su padre, del que por cierto no sabe nada desde hace meses.
Louis está con Harry, y hace todo lo que puede para que el pequeño del grupo, y su mejor amigo recupere la sonrisa. Sabe que se siente culpable, ya que piensa que lo suyo con Angie ha acabado por su culpa. Louis sabe que es así, ya que han sido los celos de Harry lo que ha acabado con esa relación, pero intenta no decir nada, y consolarlo. ¿Qué tipo de amigo sería si ahora le suelta a Harry: "Eh tío, acabastes con Angie por celoso, ahora te jodes."? No, desde luego, no va a hacerlo. También Angie tiene algo de culpa, pero él desde luego no habría hecho lo que hizo Harry.
Zayn está apartado hablando por teléfono con Sam. Desde que conoció a la curiosa chica, ha hablado con ella todas las noches. Quiere ir a por ella, como hizo Kris con Liam varias veces. ¿Le gustará que haga eso?
En otro rincón, están Liam y Niall, riendo, y contándose cosas.
-Bueno, ¿y qué tal con Kris en Hawaii? ¿Sexo a todas horas?- ríe el rubio. Liam le da una colleja suave, mientras Niall ríe sin control alguno.
-Eso desde luego no es de tu incumbencia, Horan.- ríe Liam.
-Qué aburrido eres.- dice Niall, chasqueando la lengua.- Fuera de bromas, ¿lo pasasteis bien?
-Han sido los mejores días de mi vida.- suspira Liam.- Ella... es totalmente distinta. Me hace ser otra persona, y me vuelve totalmente loco.-
-Uh, Payne, eso suena como que te has enamorado de ella.- dice Niall, sonriente. Le encanta ver a su amigo tan feliz.
-Estoy perdidamente enamorado de ella.
-Que cursi.- dice Niall, con cara de asco. Liam ríe, y Niall acaba acompañándolo.
-He... he pensado en algo, pero igual es muy pronto.
-¿En qué?- dice el rubio, con interés.
-Quiero casarme con ella.
Niall se atraganta, y empieza a toser con fuerza. Todos los demás les miran, pero Liam hace un gesto de "no pasa nada", y todos siguen a lo suyo. Cuando el irlandés se tranquiliza, le mira con cara rara.
-¡Liam, tío! No lleváis juntos ni un año... y vale, estarás muy enamorado, pero vuestro matrimonio no tendría ninguna salida si te casas ahora.- dice, horrorizado.
-¿Pero tú eres tonto?- ríe Liam.- ¡No voy a casarme ahora con ella! Esperaré varios años, cuando ella acabe la carrera o un poco más.-
-Que puto susto me has dado, Payne.- gruñe Niall. Liam ríe, y le desordena el pelo.
-Te preocupas demasiado, Niall.
-Si bueno, encima seré yo ahora el que se preocupe demasiado.
-Vamos a cenar, anda.- dice Liam, y Niall asiente, con repentino entusiasmo.
Todos empiezan a cenar, y Liam no puede apartar los ojos de su chica. Lo de casarse iba totalmente en serio. Sabe que Kris es la buena, es con la que quiere pasar el resto de su vida. 

Gracias por leerme,  os recuerdo que he cambiado la dirección del otro blog http://showmewhatyouareallaboutb.blogspot.com/. Adelaanto que en el siguiente capítulo, o en el que viene pasará algo. Algo interesante, eh (¿si no para que lo adelantaría?:3)Lo subiré cuando pueda xxxx.

3.5.13

AVISO PARA TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE LEEIS 'SHOW ME WHAT YOU ARE ALL ABOUT'.

He cambiado de blog, por problemas técnicos, o personales, o como lo queráis llamar. Solo tenía 200 visitas, así que tampoco he perdido mucho :3 Bueno, la nueva dirección es http://showmewhatyouareallaboutb.blogspot.com.es/, y el blog está en "construcción". Tengo que cambiarlo un poco y esas cosas, está muy cutre.
Siento las molestias que esto pueda suponer (aunque en todo caso, serán molestias para mi JAJAJAJA)
@underthelightsb xx.